Globalvia calcula, por segundo año consecutivo, su Huella de Carbono y los resultados obtenidos han sido muy positivos.
El cálculo de la totalidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) emitidos por efecto directo o indirecto de Globalvia, que es como se define la Huella de Carbono, se calculó por primera vez en el año 2015. La Compañía tomó la iniciativa de hacerlo debido a su concienciación y preocupación por el cambio climático y el calentamiento global, además de ser una petición de sus tres accionistas.
Este año 2017, Globalvia ha vuelto a calcular su Huella de Carbono, tomando como referencia datos de 2016. En ambas ocasiones, ha tenido en cuenta las emisiones de Alcances 1 y 2. Estos alcances se refieren a las Emisiones Directas (1) que son los gases de efecto invernadero emitidos de forma directa por la organización, por ejemplo por el uso de combustibles fósiles en maquinaria o vehículos propiedad de la organización; y a las Emisiones Indirectas (2 que son los gases de efecto invernadero emitidos por el productor de la energía requerida por la organización.
En esta ocasión, Globalvia ha obtenido una significativa reducción de emisión de gases en comparación con los resultados anteriores. Esto se ha debido, principalmente, a que durante el año 2016 toda la energía eléctrica suministrada a las Concesionarias españolas del Grupo fue de origen 100% renovable. Así destaca una reducción del 23% en las autopistas y de un 92% en los ferrocarriles.
Una vez conocidos los resultados, Globalvia continuará con su estrategia de reducción de emisiones y seguirá definiendo prácticas más sostenibles e iniciativas de ahorro.